La creciente escasez de recursos hídricos a nivel global ha llevado a la adopción de tecnologías no convencionales para garantizar el suministro de agua, especialmente en regiones afectadas por la sequía. Entre estas tecnologías, la desalinización y la reutilización del agua han surgido como soluciones clave para mitigar los efectos de la falta de agua, permitiendo la creación de fuentes alternativas de suministro y reduciendo la dependencia de los recursos naturales convencionales.
La desalinización: de alternativa a solución consolidada
La desalinización es el proceso mediante el cual se elimina la sal y otros minerales del agua de mar o salobre para producir agua potable. Esta tecnología, que inicialmente fue considerada costosa debido a su elevado consumo energético, ha experimentado avances significativos en las últimas décadas. La implementación de técnicas como la ósmosis inversa, que utiliza membranas para separar las sales del agua, ha permitido reducir considerablemente los costos operativos y mejorar la eficiencia energética del proceso lo que le ha convertido en una solución viable y consolidada como fuente alternativa de suministro.
Países como Arabia Saudí, Israel y España han liderado la adopción de la desalinización como una fuente clave de agua potable. En España, por ejemplo, la desalinización ha jugado un papel crucial en regiones como las Islas Canarias y la costa mediterránea, donde las fuentes naturales de agua son limitadas. En 2023, la capacidad mundial instalada de desalinización alcanzó aproximadamente los 100 millones de metros cúbicos diarios, una cifra que se espera continúe en aumento debido a la creciente necesidad de agua en zonas áridas y semiáridas.
Reutilización del agua: cerrando el ciclo del agua
La reutilización del agua es otra estrategia clave para mitigar la escasez hídrica. Consiste en el tratamiento de aguas residuales para que puedan ser utilizadas nuevamente en diversas aplicaciones, como riego agrícola, procesos industriales, recarga de acuíferos o incluso, en aquellos países donde la legislación lo permite, como agua potable. Este enfoque promueve un uso más eficiente y sostenible del recurso hídrico, cerrando el ciclo del agua y reduciendo la extracción de fuentes naturales.
El empleo de agua reutilizada ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. Países como Singapur, Estados Unidos, y España han desarrollado programas avanzados de reutilización que han permitido reducir la presión sobre sus recursos hídricos convencionales.
En España, la reutilización del agua se ha incrementado notablemente, especialmente en la región mediterránea, donde la escasez de agua es un problema recurrente. A lo largo de los últimos 20 años, la capacidad de reutilización en el país ha pasado de ser una práctica limitada a un componente esencial de la gestión hídrica.
Evolución y perspectivas futuras
El empleo de agua desalada y reutilizada ha evolucionado significativamente desde sus inicios, pasando de ser consideradas tecnologías experimentales a ser pilares de la gestión hídrica en muchas partes del mundo. Los avances en investigación y desarrollo han permitido optimizar estos procesos, reduciendo los costos y el impacto ambiental asociado.
SETAPHT, comprometida con la sostenibilidad y la innovación en la gestión de recursos hídricos, ofrece soluciones avanzadas en el ámbito de la desalinización y la reutilización del agua. Con tecnologías diseñadas para maximizar la eficiencia y reducir el impacto ambiental, SETAPHT ayuda a las comunidades y empresas a enfrentar los retos de la escasez hídrica, asegurando un suministro constante de agua de alta calidad. Un ejemplo destacado es su contribución en plantas de desalinización portátiles, donde ha implementado tecnologías que optimizan el proceso de tratamiento, garantizando un suministro constante de agua potable en regiones con recursos limitados.