La reutilización de aguas residuales para riego es una práctica cada vez más común y sostenible en muchas partes del mundo. En torno a este proceso, que implica el tratamiento y la utilización de aguas residuales regeneradas para el riego de cultivos, se han desarrollado nuevas tecnologías para mejorar el agua tratada y aumentar su uso.
Sin ir más lejos, en España, en los últimos años ha habido un incremento significativo en el uso de agua regenerada para la agricultura. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya en 2019 se reutilizaron un total de 208 hectómetros cúbicos de agua regenerada, de los cuales el 40% se destinaron a labores de regadío. A su vez, las autoridades españolas están invirtiendo en infraestructuras para la reutilización de aguas residuales para riego y apostando por la investigación y desarrollo de tecnologías avanzadas, mucho más eficientes y económicas, en un contexto de sequía y cambio climático.
Agua óptima para el riego
El empleo de agua residual regenerada en la agricultura cuenta con varias ventajas como la reducción de la demanda de agua de superficie para riego, algo realmente beneficioso en regiones donde este recurso es escaso o cuenta con una disponibilidad limitada. También con otros beneficios como la disminución de la contaminación de aguas superficiales y subterráneas o la mejora de la calidad del suelo proporcionando nutrientes y materia orgánica, entre otros.
Sin embargo, la reutilización de agua en la agricultura también plantea algunos desafíos, especialmente en lo que respecta a la calidad del agua. Es importante que el agua tratada sea segura para su uso en el riego y que no contenga contaminantes que puedan dañar la salud de los cultivos o los seres humanos que los consuman.
Para garantizar la seguridad del agua reutilizada en la agricultura se han establecido normas y directrices en muchos países y regiones. Estas normas establecen los requisitos de tratamiento para la reutilización en la agricultura. Es importante que el agua tratada cumpla con los estándares de calidad adecuados para riego, protegiendo la salud pública y el medio ambiente.
Además, es importante que se lleve a cabo un monitoreo regular del agua reutilizada en la agricultura para asegurarse de que cumple con los estándares requeridos. Esto puede incluir la medición de parámetros como la temperatura, la turbidez, el pH, la concentración de nutrientes y la presencia de microorganismos patógenos. Tanto es así que a partir del 26 de junio de 2023 entra en vigor el nuevo Reglamento Europeo de Requisitos Mínimos para la Reutilización de las aguas residuales para la agricultura.
Tratamiento de aguas residuales para regadío
En cuanto al tratamiento del agua, existen varios procesos de tratamiento que se pueden utilizar para eliminar los contaminantes y mejorar la calidad del agua. Estos procesos incluyen la filtración, la desinfección, la sedimentación, la coagulación y la biodegradación.
- Tratamiento primario: el tipo más básico de tratamiento que implica la eliminación de sólidos gruesos y materia flotante mediante un tamiz o un desarenador.
- Tratamiento secundario: implica la eliminación de materia orgánica disuelta y partículas suspendidas en el agua mediante procesos biológicos, como la oxidación biológica o la eliminación de nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo.
- Tratamiento terciario: consiste en la eliminación de contaminantes específicos, como patógenos, metales pesados o productos químicos, mediante procesos de filtración o desinfección, como la cloración o la ozonización.
- Tratamiento avanzado: incluye procesos adicionales para eliminar contaminantes específicos, como la eliminación de sales mediante ósmosis inversa para riego y agricultura o evaporación.
Los sistemas de tratamiento para la reutilización de aguas residuales para riego pueden combinarse para proporcionar diferentes niveles de tratamiento, dependiendo del uso previsto del agua tratada y los estándares de calidad requeridos. Después del tratamiento, el agua puede almacenarse en estanques de retención antes de su uso para riego.
